viernes, 13 de abril de 2012

Cartel de Feria de El Puerto de Santa María 2004 (4ª parte)

13 de mayo de 2004.





 


14 de mayo de 2004


Carta del pintor Juan Carlos Busutil, maestro y amigo, enviada a Diario de Cádiz tras la aparición en prensa de fotos con el cartel alterado. No llegó a publicarse.

Aunque no entiendo la polémica pública a la que durante los últimos días estamos asistiendo a propósito del cartel de Feria de este año y creo que debería zanjarse el tema lo antes posible, siento la obligación de intervenir por mi condición de pintor y como amigo del autor.

Me parece, además, que Alberto Reina merece un desagravio tan público como el escarnio al que está siendo sometido desde el día de la presentación del cartel, de triste recuerdo para él seguramente.

En primer lugar quisiera resaltar que lo que el autor ha hecho ha sido, simplemente, participar en un concurso público con una obra que ha pintado honestamente, adaptando el tema a su estilo personal, que creo que es lo único exigible a cualquier artista. Sobre la calidad de la obra, obviamente cada ciudadano puede tener su opinión y, aunque es cierto que el arte parece ser como el fútbol, que en la barra de un bar todo el mundo es seleccionador nacional, el hecho de que a alguien no le guste o no encaje con lo que, a su entender, debe ser un cuadro o un cartel no le da derecho a mofarse de la obra ni a alterarla con escritos o fotografías como recientemente aparecía en su periódico, dicho sea de paso, con un pie de foto a mi juicio desafortunado, al calificar de "simpático" lo que en realidad es una manipulación, una intervención ilegítima en una propiedad intelectual. No se nos ocurriría tildar de "simpática" cualquier gamberrada que se le ocurriera hacer a algún desaprensivo sobre alguno de los monumentos, esculturas o cuadros que se consideran patrimonio portuense.

No creo necesario defender la calidad de la pintura de Alberto Reina. Su obra se defiende sola y está ahí para el que quiera y pueda verla. Su sensibilidad, su austeridad, su espiritualidad, son cualidades evidentes en sus cuadros y, desgraciadamente, no muy frecuentes en nuestro panorama artístico.

En cuanto a lo idóneo del tema, también la apreciación resulta subjetiva. Obviamente, si en el cartel hubiera aparecido un farolillo, alguna flamenca, una maceta de geranios o un caballo no habría provocado tanto revuelo. Parece que la feria se condensa en esos iconos, aunque todos sabemos que es algo más, ¿no?

Quiero, por último, reivindicar la labor del jurado del concurso. Rara vez queda todo el mundo contento con el fallo de cualquier jurado de cualquier certamen. Lógicamente, cada persona puede tener unas preferencias determinadas, pero son los integrantes del jurado los que han sido designados para juzgar. Por eso, su decisión no solo debe acatarse, sino que debe ser incuestionable.

...Continuará.

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