domingo, 20 de enero de 2013

Cómo recibir una felicitación sin parecer un idiota egocéntrico.


Esta semana me habéis tenido enganchado a los numeritos rojos y a los avisos del correo provenientes del blog, de Facebook y de LinkedIn. También a las estadísticas. No, no he recibido miles de opiniones o felicitaciones por la entrada de la semana pasada, pero las recibidas han sido más que suficientes.

Parafraseando a Cayo Lara, ante los resultados obtenidos en las pasadas elecciones generales, “no os podéis ni imaginar lo que se agradece una alegría en el blog del pobre”

También he recordado un artículo sobre psicología aparecido en El País Semanal hace unos meses. Entre otras tantas cosas, su autor, Gabriel García de Oro, nos indica que “tan importante es felicitar como saber recibir felicitaciones, halagos o cumplidos”.


En su artículo nos hace referencia a una conocida bloguera llamada Liz Strauss, a la que siguen millones de internáutas en su Successful Blog y que ha recibido miles y miles de felicitaciones. “Aun así – cuenta Gabriel– no está acostumbrada y se pregunta cómo recibir una felicitación sin parecer una idiota egocéntrica” Ella convirtió esto en un estupendo título para un post en el que “revela cómo comportarse ante las felicitaciones, los elogios y los cumplidos”

Seguiré sus dictados. Por lo tanto, no os contestaré hablando de mí mismo, tendré en cuenta que vuestras felicitaciones son un punto de vista y evitaré la modestia.

Sólo me queda agradecéroslo, como dice ella, con una gran sonrisa.





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